domingo, octubre 15, 2006

Isla y Castillo de Sancti-Petri.

Situado en la desembocadura del caño del mismo nombre este islote de San Fernando encierra una de las historias más fascinantes de la bahía gaditana. En él se situo en la antigüedad una de los santuarios más importantes dedicados Hércules.Fue fundado por los griegos en la época de la Guerra de Troya (siglo XII a.C.). Pompolio Mela relataba que este templo de Heraklion (asimilado al Melkart fenicio) albergaba los restos del dios mitológico, por lo que se constituyó en uno de los santuarios más importantes del mundo antiguo. Anibal lo visitó antes de su cruzada contra Roma para rezar en él; Julio Cesar tuvo en este Templo una de sus visiones premonitoria de la gran conquista que le esperaba, tras llorar ante el busto de Alejandro Magno, justo al cumplir su misma edad sin haber logrado ningun éxito militar relevante. En el ara principal se veneraba un fuego perpétuo en honor a Hércules. Lo mantenían los mismos sacerdotes que tenían tambien asignada la misión de no dejar pasar a las mujeres ni a los cerdos al interior del templo. Estrabón relata que frente a las columnas de bronce del Templo los navegantes realizaban todo tipo de sacrificios. Todo el recinto se encontraba repleto de altares en honor a Hércules y en uno de ellos se veneraba una de sus más famosas reliquias: el cinturón de Teucro, héroe griego hijo de Telamon. Bajo la dominación romana se construyó una calzada que conectaba el Templo con la misma isla de Cádiz. Los restos de ella aún son visibles bajo las aguas. Igualmente famosos fueron sus pozos de agua dulce que tenían unas crecidas inversas a las de las mareas. Producto de estas observaciones desde la antigüedad se realizaron las primeras deducciones sobre el funcionamiento del mar y sus conexiones con el movimiento lunar. El Templo alcanzó su máximo esplendor con la dominación romana (época de Adriano) y fue decayendo a partir del siglo IV para perder toda su grandeza con de la dominación de los visigodos. Con el paso del tiempo fue objeto de diversos asedios y sus tesoros y reliquias expoliados progresivamente durante siglos. La acción del mar -y posteriormente la extracción en la zona de piedra ostionera- terminaron por hacerlo desaparecer. En el siglo XVI se edificó en su lugar el actual castillo como valuarte defensivo contra los ataques de piratas. Pero su decadencia actual se debe a los bombardeos de las tropas napoleónicas que le pusieron asedio entre 1810 y 1812. Su titularidad estuvo recientemente en disputa entre los municipios de Chiclana y San Fernado, consiguiendo éste último su reconocimiento legal tras una sentencia de los tribunales. El fácil acceso a sus instalaciones, incluso a pie en marea baja, han hecho de este importantísimo patrimonio histórico lugar de asentamiento temporal de todo tipo de gentes, encontrándose repleto de basuras y en lamentable estado de conservación. De la dejadez y el abandono no se libran ni la naturaleza ni las piedras. Ese parece ser nuestro sello de identidad. Una sociedad inculta y primitiva que no valora nada, ni siquiera a sí misma.

La foto: A 1200 pies sobre la perpendicular de la isla. Vuelo fotográfico de reconocimiento del litoral de Cádiz que realicé el 14 de octubre de 2006. Cámara Olympus E-500. Objetivo Zuiko 45-150 mm; foco 70 mm, f: 11, 1/650 seg. ISO: 650, prioridad S; máscara de enfoque Picasa.

Recorrimos el Primar Tramo del Corredor



































El pasado día 9, cincuenta personas hicimos el primer Tramo del corredor Dos-Bahias. Fue un bonito paseo entre Puerto Real y Medina a través de de las antiguas cañadas de la Mesta. Incluso nos encontramos con un enorme rebaño de ovejas. La misma historia desde hace 800 años. Pero ahora no solo circulan las ovejas por estas cañadas, sino todo tipo de personas a pie, en bicleta o a caballo, disfrutando de este bellísmo paisaje. Me tocó la agradable misión de hacer de guía, pero casi no hacia falta, pues todo el recorrido está perfectamente señalizado. Fuimos parando de trecho en trecho para charlar un rato y comentar las incidencias del paisaje, de su variada flora o de sus interesantes historias ligadas al patrimonio histórico. Este Corredor Verde se compone de otros tres tramos más que nos conduciran en otras tantas jormadas hasta la desembocadura del río Palmones en la Bahía de Algeciras. Ya está totalmente franco el paso y nadie nos impedirá caminar por esta senda. Así que, senderistas, desempolvad las mochilas y preparaos a disfrutar. No os arrepentireis.



Las fotos: 1) Recorte de la enara nº6 del Corredor. 2) Encuentro con el rebaño. 3) Integrantes de la marcha. Cañada Real del Camino Ancho. Puerto Real (Cádiz) 9-X-2006. Camara Olympus E-500. Objetivo Zuiko 14-45 mm.

domingo, octubre 01, 2006

El Otoño pide paso en el llano del Almendral.














Ya está llamando a la puerta el Otoño. Ganas tenía ya que apareciera y de apreciar su contraste con la estación seca que dejamos. Me gusta este cambio celerado que se avecina. Todo se prepara en el escenario de la vida para ofecer de nuevo esta cara que a muchos entristece pero que a mí -en cambio- me emociona. A fuerza de observar las cosas siento un enorme interés por comprobar que todo vuelve a funcionar una vez más. Las señales que espero comienzan a aparecer en el el orden justo y en el momento preciso. Los campos se han llenado de urgineas al final del verano -como siempre- abanderándolo todo con sus imponentes tallos floridos. Parece que dicen "estamos aquí, como hace miles de años, mientras no me aplasten con nuevas callles y nuevas barriadas" y los ranuncúlos asoman como siempre -a centenares- al final de septiembre, salpicando de amarillo la tierra agostada. Entre los cardos secos pequeñas perlas azules emergen de la tierra, es su hora, es la hora de las escilas otoñales, preludio justo de la trasformación del llano del Almendral que se vestirá de blanco en breve. ¡Cuánta armonía y cuánta intensidad! Millones de pequeños narcisos romperan la tierra en unos días y un mar de espumas blanquecinas se apoderará de todo. Los relojes hormonales de los pequeños bulbos de narcisos nunca fallan. Parecen sincronizados por una fuerza invisible, casi mágica. Y en el mismo sitio, justo tras las primeras lluvias, la parte más alta del Almendral se coronará de misteriosas mandrágoras que hunden sus gruesas y extrañas raíces en suelo húmedo del llano. Es como un guión natural, perfecto. Todas estas señales del otoño están ahí a la vista de todos, pero nosotros nos negamos a interpretarlas. Ya no sabemos mirar con la curiosidad necesaria. Somos -eso creemos- más listos que el resto de los habitantes de esta Casa y podemos -eso tambien creemos- vivir de espaldas a los ritmos y las normas que la Tierra estableció desde el principio. Siento vergüenza por todo esto y pido perdón en nombre de los de mi raza por tanta insensibilidad.

Las fotos: Llano del Almendral, Puerto Real (Cádiz). Cámara Olympus C-5050 (compacta) . De arriba abajo: 1) Borde del Almendral con la pinaleta Derqui, 2) Mandragora automnalis, 3)Urginea maritima 4)Scylla automnalis y 5) Narcissus serotinus Septiembre-2006.

sábado, septiembre 30, 2006

Urginea maritima







fam. Liliáceas
nombre vulgar: Cebolla albarrana

Hace unos meses, caminando con mis perros por el pinar de la piscina que hay junto a mi casa, observé a una anciana con un cuchillo de cocina tratando de sacar una cebolla albarrana del suelo. Tarea dificil, pensé. Pero la pobre señora se empeñaba obstinadamente en extraer del suelo -que estaba como una piedra- su botín. Mi curiosidad, que no tiene límites, me llevó a entablar una conversación con esta persona para averiguar el propósito de su inútil intentona, pues las urgineas forman bulbos de varios kilos de peso y están enterrados fuertemente en el suelo.
-Es para mi nuera, hijo mío. Tiene almorranas y esto las cura de maravilla.
Intrigado, le pregunté por la forma de preparación de tal remedio y me dijo:
- Pues se pone bajo de la cama y a las tres semanas, conforme se seca la cebollona se van secando las almorranas.
En fin, ya he oído de todo en este mundo de Dios, pero era la primera vez que escuchaba un remedio de curación a distancia. El bulbo no se preparaba en modo alguno, sino que se abandonaba bajo la cama y allí por algún efecto misterioso se iba apoderando del mal de la persona y lo iba secando a la par que el propio bulbo de la planta. Escéptico ante la fe de la anciana me ofrecí a ayudarla y busqué en casa una zoleta para extraer el formidable bulbo de la tierra. Un rato me costó, pero al fin pude entregarle el trofeo a la pobre vieja.
-Dios se lo pague hijo mío.
Cerca de allí había gran cantidad de altabacas (Ditrichia viscosa) de reconocido poder resolutivo sobre esta enfermedad y le preparé un buen manojo a la anciana. Le propuese que al mismo tiempo que colocaba la gran cebolla bajo la cama de su nuera, hierviese aquellas hierbas y se las aplicara en la parte dolorida. Al cabo de un par de semanas volví a ver a la pobre vieja por el camino del pinar y le pregunté por el estado de salud de su nuera. Y me dijo:
-Sa curao hijo mio. Sa curao en cinco días. Dios se lo pague.
Al mismo tiempo que no paraba de darme las gracias, me preguntó si yo era médico o algo así. Le dije:
-No señora, sólo aprendiz de brujo.
Y con una sonrisa que no se me olvidará me dijo:
-No ties guasa tú ni na, so joio.

Esta urgínea se distribuye por la Región mediterránea occidental. En España habita las zonas de matorrales mediterráneos poco densos, calcáreos o silíceos, del Levante y Sur peninsular. Es una hierba que nace de un bulbo globoso de gran tamaño que cada año produce una roseta de hojas enormes (hasta 40 cm) y una inflorescencia de hasta 1.20 m de altura. Todo en ella parece desproporcionado, pero de una belleza extraordinaria. Las flores se agrupan en un racimo denso. Perigonio con seis tépalos blancos , soldados en su base. Androceo con seis estambres más altos que los tépalos. Gineceo tricarpelar, ovario súpero que fructifica en cápsulas de paredes delgadas y dehiscentes. Semillas negras. Florece al final del verano y las hojas salen posteriormente en otoño, una vez que han abierto los frutos y dispersado sus semillas.

La foto: LLano del Almendral, Puerto Real. 15-septiembre-2006. Cámara Olympus. Objetivo macro 35 mm. Recorte Picasa.

viernes, septiembre 08, 2006

Odontites foliosa






















Sin. Odontites squarrosus subsp. foliosus; Odontites purpúrea

Fam. Escrofulariáceas.

Esta odontites es otra rara belleza natural de nuestros pinares. La única población gaditana conocida se encuentra en Puerto Real. En el pasado se dieron citas de ella en Jerez, Benalup, Bornos, Barbate, Tarifa y Algeciras; pero casi con toda seguridad ya han desaparecido, pues en todos los lugares citados se la ha buscado recientemente sin ningún éxito. La población de Puerto Real se compone actualmente de tres núcleos relativamente próximos. Es una planta de escasa plasticidad ecológica y de ciclos alternantes ligados a la climatología. Este año hemos contabilizados varios miles de ella en su escasa área de distribución, pero el pasado año no nació ni una sóla planta. Ello es debido a que florece en verano (finales de agosto) y requiere lluvias tardiás en primavera para que broten las semillas enterradas en el suelo (pterofito). Hasta hace poco se pensaba que era un endemismo estrictamente gaditano, pero ha sido localizada tambien en el sector Algíbico de las sierras rondeñas, en el entorno del río Genal. En Puerto Real llevaba más de un siglo desaparecida hasta que P. Vasallo y J. Rodríguez encontraron el primer núcleo de su población. En septiembre de 2004 Tino Pavón y el que ahora escribe localizamos el mayor de los tres núcleos portorrealeños en las inmediaciones de una cantera abandonada. El famoso botánico Perez Lara la citó en los pinares de Puerto Real a finales del siglo XIX (1889) desde entonces no había vuelto a aparecer. Todo un misterio envuelve a esta hermosa planta que aparece y desaparece de esta forma. Por ello estamos ante una planta escasamente conocida para la ciencia. De hecho en la gran base de datos del Ministerio (Anthos) no hay una sola cita de ella y -desde luego- ni una sola fotografía. El descubrimiento de la población portorrealeña permitió su inclusión en la Lista de Flora Vascular Amenazada de Andalucía, asignándosele la categoría EN (en peligro) aunque pensamos que su rareza no está sufientemente reconocida aún; y por derecho debiera corresponderle la misma caracterización que a Odontites granatensis que habita las cumbres de Sierra Nevada y de la que se diferencia entre otros rasgos morfológicos por el labio inferior blanco o amatillo de sus flores. Se asocia en nuestra zona a matorrales ralos como Thymbra capitata, Rosmarinos officinalis y Globularia Alypum, estableciendo alguna relación simbiótica con las raíces de alguno de ellos, lo que está aun por demostrar. El mayor riesgo que presentan estas poblaciones de odontites en Puerto Real hay que situarlo en los ataques por ramoneo del ganado y -obviamente- en los incendios forestales, pues un incendio en verano en su actual área de distribución impediría la fructificación de ese año y la dispersión de semillas (noviembre) y toda la población desaparecería para siempre. La gran cantidad de semillas que presumiblemente producirán las plantas este año debería aprovecharse para una colecta técnica y su envio al Banco de Germoplaspa del Jardín Botánico de Córdoba. Con ello, en parte, se garantizaría cualquier riesgo de desaparicón de la especie en esta zona.

La foto: Pinares de Puerto Real (Cádiz) 6/9/2006. Cámara Olympus. Objetivo Zuiko macro 35 mm. Viento constante, f: 6.3, 1/500 seg. ISO:800, balance nublado, medición matricial. Procesado Picasa= máscara de enfoque+ recorte parcial.

jueves, septiembre 07, 2006

TORDESILLAS


TROGLODITAS

"Todos los años lo mismo, que tristeza. Todos los septiembres, siempre en martes, una horda de energúmenos tortura a un toro lenta y brutalmente. Le persiguen campo a través armados de pavorosas lanzas; le acosan y acorralan en erizado enjambre; le pinchan, le cortan, le tajan todos a la vez, hincando el hierro por cualquier lado, allí donde alcanzan, atravesándolo de parte a parte con el palo de las picas. Semejante horror, que estos australopitecos denominan fiesta, es el denominado Toro de la Vega, en Tordesillas, una barbaridad que se ha hecho tristemente famosa en todo el mundo, tirando la reputación de la hermosa e histórica villa por los suelos. La edil de festejos del Ayuntamiento de Tordesillas ha dicho en una entrevista que al toro se le trata "con mucho mimo", una afirmación tan delirante que parece un sarcasmo. Pero no. Ella lo dice en serio. Además de crueles son unos marmolillos. El atroz espectáculo del martes próximo no es, por desgracia, un hecho aislado, sino el buque insignia del sadismo nacional, de esa parte de España que sólo sabe divertirse martirizando seres vivos. Una España primitiva, violenta y obsoleta que, afortunadamente, mengua cada día (entre otras cosas gracias al coraje y el esfuerzo de grupos animalistas como PACMA), pero que todavía sigue matando a miles de criaturas cada verano. Los españoles carniceros se sienten orgullosos de ser verdugos y sacan pecho hablando de mantener las tradiciones. Qué aburrimiento tener que volver a escuchar un tópico tan necio; y tener que recordarles, una vez más, que tambien fueron tradicionales las bonitas luchas de cristianos contra leones en el circo romano.
Esta arcaica brutalidad está sin duda condenada a la extinsión; la pena es que su fin se prolongue tanto, ensuciándonos a todos con su infame crueldad. Como es obvio, las sociedades están en una perpétua evolución y nuestras costumbres cambian todo el rato. Si no hubieramos abandonado felizmente miles de tradiciones, seguiríamos habitando las cavernas. Y justamente ahí, en la más oscura y mohosa cueva mental, es donde deben estar viviendo los trogloditas de Tordesillas".

Rosa Montero. EL PAIS. 05-09-2006

jueves, agosto 31, 2006

SOS Pinar del Hierro (Chiclana)


Miren bien esta foto. Tienen delante al mejor de todos los pinares costeros gaditanos. En sus escasas 60 hectáreas alberga casi 400 especies vegetales, 23 de ellas endémicas o amenazadas y, por tanto protegidas. Posee más endemismos que varios países de Europa juntos (Inglaterra sólo tiene cinco y Alemania quince). Pero buena parte de este patrimonio se puede perder porque ha caído en manos del negocio del ladrillo, de los especuladores sin escrúpulos, de los que están llenando todo el litoral andaluz de chalecitos para ricos. De poco han servido hasta ahora las denuncias de 50 asociaciones de vecinos, las presiones ecologistas, las pancartas, los escritos a la prensa, las concentraciones en la finca, ni siquiera las demandas de la todopoderasa Greenpeace, ni la mediación del Defensor del Pueblo Andalúz. Nada los detiene. El Ayuntamiento tambien se frota las manos y la Junta de Andalucía mira para otra parte, como si no fuera con ellos, como si las leyes de protección de la Flora y Fauna que ellos mismos han aprobado en el Parlamento no les incumbiera. Y el pueblo asiste atónito a este espectáculo de horror. Hace unos días debrozaron 23 hectareas de matorral y destruyeron numerosas poblaciones de flora protegida. Ya tienen marcados los pinos para talarlos y los peritos no paran de medir terrenos. ¡Y aún no tienen ni licencia para edificar! Miren bien las fotos que les muestro ahora, no son un prodigio de la técnica y están hechas todas con mi antigua cámara compacta. Pero no importa, todas son especies muy valiosas no sólo para la ciencia, sino un patrimonio de todos que nadie se puede arrogarse como propio, por muy dueño que sea de la finca. Son las últimas poblaciones andaluzas de estas especies y están ahí desde hace millones de años. El hormigón les caerá encima dentro de unos meses, a lo sumo un año. Pero el Alcalde cree que ha logrado una gran victoria política, pues más de la mitad de la finca se salvará y pasará a manos municipales, el resto desaparecerá bajo el empuje de las palas excavadoras. Pero eso sí, muchas familias vendran a vivir en contacto con la naturaleza y serán muy felices, y luego llevarán a sus hijos a clase equitación mientras ellos se entretienen jugando al golf. Malditos seais todos los hipócritas que llamais a esto progreso, malditos los que os llenais los bolsillos a costa de la destruccion de la naturaleza, malditos los que pudiendo evitar esto lo vais a consentir, malditos seais...

















Atardecer en el Pinar del Hierro














Thymus albicans













Centaurea aspera subsp. escorpiurifolia














Hymenostemma pseudoanthemis













Narcissus viridiflorus


















Juanjo y la Spiranthes spiralis


















Detalle Spiranthes spiralis

Las fotos: Camara Olympus Camedia 5050. Pinar del Hierro de Chicalna (Cádiz). Año 2005.

sábado, agosto 19, 2006

El Gran Duque
























No hay nada más grande ni más imponente que esta colosal ave surcando silenciosamente el crepúsculo de las montañas ibéricas. Es el Rey de la noche. Situado en su posadero habitual- una gran rama de encina que oculta su cueva en un escarpe rocoso- proclama con su penetrante uhhhhhh, uhhhhh...que busca novia nada más comenzar el invierno.

Il n´y a ni plus grand ni plus sublime que cet oiseau colosal qui survole silencieusement le crépuscule des montagne ibériques. Il est le roi de la nuit. Situé en son éspace vital habituel - une grande branche de chêne qui cache son alvéole dans une pente rocheuse - il proclame ses cris pénétrants uhhhhh,uhhhh... qu´au comencement d´hiver il cherche une copine.

Es gibt weder etwas Groesseres, noch etwas Ueberwaeltigenderes als diesen ungeheuren Vogel zu beoachten, wie er im Morgengrauen leise die iberischen Berge uebergleitet. Er ist der Koenig der Nacht. In seinem natuerlichen Lebensraum - einem grossen Eichenast, der seine Hoehle an einem steinigen Berghang verdeckt - laesst er seine durchdingenden Rufe verlauten: uhhhh uhhh ... die just zu Beginn des Winters seine Suche nach einer Freundin verkuenden.


















Las montañas de la Sierra de Grazalema (Cádiz) son el escenario perfecto para contemplar los movimientos de estas rapaces. Con un poco de suerte, al atardecer, subiendo la sinuosa carretera del Puerto de las Palomas y esperando en silencio con los prismáticos siempre dispuestos y la cámara armada de un buen teleobjetivo, preferentemente entre enero y febrero... apararecerá -de improviso- nuestro héroe, con una perdíz entre las garras.

Les montagnes de la Sierra de Grazalema (Cadix) représentent une scène parfaite pour contempler les mouvement de ces rapaces. Avec un peu de chance, au couché de soleil, parvenant la route sinueuse du Puerto de las Palomas et attendant en silence, les jumelles toujours prêts et l´appareil photos armé d´un bon téléobjectif, de préférence entre janvier y février... apparaîtra - soudainement - notre héro, avec un perdrix entre les griffes.

Die Berge der Sierra de Grazalema (Cádiz) sind der perfekte Schauplatz um die Bewegungen dieses Raubvogels zu beobachten. Mit ein wenig Glueck, in der Abenddaemmerung, die kurvige Strasse des Puerto de la Paloma hingekommen in Stille wartend, die Fernglaeser immer bereit un die Kamera mit einem guten Teleobjektif bewaffnet, vorzugsweise zwischen Januar und Februar... erscheint - urploetzlich - unser Held, ein Rebhuhn zwischen den Krallen.


Es la pitanza que ofrecerá a su hembra que incuba -en la oculta cueva- al menos cinco grandes huevos. Pronto volverá a salir el Gran Duque por una nueva presa para su amada. Es incansable. De nuevo -dos o tres movimientos de sus alas- seguidos de un largo planeo rasante entre los arbustos de la extensa ladera de Monte Prieto y sorprenderá ahora a un conejo que trizcaba las primeras hierbas de la la primavera.

C´est la nourriture quotidienne qu´il offrira à su femelle qui accouve - dans l´alvéole chaché - au moins cinq grands oeufs. Bientôt le Gran Duc s´envolera pour chercher une seconde proie pur son amour. Il est infatiguable. De nouveau - avec deux ou trois mouvement de ses ailes - suivis d´un long et rasant vol plané entre les buissons de la vaste versant de la montagne de Monte Prieto - il surprendra un lapin qui croquait les premières herbes du printemps.

Es ist die taegliche Verkoestigung die er seinem bruetenden Weibchen bringt, das in der versteckten Berghoehle mindestens fuenf Eier heranreifen laesst. Bald fliegt der Gran Duque wieder aus um eine weitere Beute fuer seine Geliebte zu suchen. Ein weiteres Mal - mit zwei oder drei kraeftigen Fluegelschlaegen, gefolgt von einem rasanten Gleitflug zwischen den Bueschen des weitlaeufigen Berghangs des Monte Prieto - wird er ein Kaninchen ueberraschen, das ahnungslos die ersten Graeser des Fruehlings muemmelte.


Cuando viví en la Sierra por espacio de ocho años escuché de un cazador una historia increible entre los buhos y los hombres. Aquel cazador que localizaba un nido de buho real tenía asegurada cacería gratis por espacio de uno o dos meses. La pareja de buhos cazaría para él mientras los pollos de buho permanecieran en el nido.

Je vivais dans la Sierra pendant huit ans et en ce temps-là j`avait la chance d´apprendre d´un chasseur de là-bas des histoires incroyable sur les relations entre les hommes et les buhos. Ce chasseur-là, ayant trouvé un nit de buho, s´était assuré un tableau de chasse gratuit pour une periode d´un ou deux mois. Le couple de buho chasserait pour lui pendant que les poussins étaient toujours dans le nit.

Als ich selbst fuer einen Zeitraum von acht Jahren in der Sierra lebte hatte ich das Glueck von einem der dortigen Jaeger eine unglaubliche Geschichte ueber die Beziehung zwischen Buho und Mensch zu erfahren. Ebendieser Jaeger hatte sich durch das Auffinden eines Buho-Nests kostenlose Jagdbeute fuer ein bis zwei Monate gesichert: das Buho-Paar wuerde fuer ihn jagen solange die Kueken im Nest heranwuchsen.


La operación era tan fácil como poner a los pollos una caparuza de cetrero en sus cabezas. Los padres les dejaban diariamente varias piezas de caza enteras para que los pollos aprendieran a despedazarlas. El ruín cazador solo tenía que apropiarse de los conejos y las perdices y alimentar a los pollos con despojos de la carnicería del pueblo. Luego -al marcharse- volvía a poner la caperuza a los pollos y a esperar al día siguiente. Una vez más la condición humana no tiene límites. Actuamos como auténticos parásitos alterándolo todo para nuestro propio beneficio. Así nos va.

Le procédé ne pouvait être plus simple: il ne faillait que mettre aux poussins une capuche de fauconnier sur les têtes. Les parents leur apportaient journellement plusieurs proies de chasse entiers à fin que les poussins aprenissent à les déchirer. Il ne restait au vil chasseur que s´approprier les lapins et les perdrixes puis nourrir les poussins avec des abats de charcuterie du village. Après - en partant - il recouvrait la tête des poussins de la capuche et attendait jusqu´au lendemain. Voilà un autre témoignage que la condicion humaine ne connaît pas de limite. On agit comme des véritables parasites, dénaturant ce qui nous convient pour notre propre profit.

Seine Vorgehensweise haette einfacher nicht sein koennen: er tat nichts weiter, als den Kueken eine Falknerkaputze ueber den Kopf zu stuelpen. Die Eltern brachten ihnen taeglich mehrere vollstaendige Beutestuecke, damit die Brut lernte, diese zu zerfleischen. Dem listigen Jaeger blieb also nur, sich die Kaninchen und Rebhuehner anzueignen und im Gegenzug die Kueken mit Abfaellen der Fleischereien des Dorfes zu ernaehren. Im Anschluss setzte er ihnen die Kapuze wieder auf und wartete auf den naechsten Tag. Ein weiterer Beweis dafuer, dass das menschliche Handeln keine Grenzen kennt. Wir verhalten uns wie Parasiten und sind bereit unsere gesamte Umgebung zu veraendern wenn dies unserem eigenen Profit dient.




Texto: fito mendi. Traducción: claudine etavard.

Foto superior: 14/06/2006. Castillo de las Guardas (Sevilla). Cámara Olympus E-500. Objetivo 1/500, ISO: 800. Procesado: Photoshop para rellenar sombras y Picasa: recorte, máscara de enfoque y máscara de desenfoque.

Foto inferior: 13/03/2006. Carretera del Puerto de las Palomas (Cádiz). Mismo equipo, mismos parámetros. Procesado: Picasa: máscara de enfoque.






viernes, agosto 18, 2006

Juniperus phoenicea subsp. turbinata












fam. Cupresaceas
Sinónimos: Juniperus turbinata
n. vulgar: Sabina costera

Terminamos con esta entrada los dos últimos juníperus gaditanos. Ahora presentamos las dos sabinas que tenemos en la provincia, una de la costa, que se llevará el mayor protagonismo -y la otra, la sabina de la Sierra de Cádiz- cuyas ligeras diferencias morfológicas y su adaptación a estos enclaves serranos durante miles de años la han ido diferenciando y por tanto se la ha hubicado taxonómicamente como una subespecie diferente. Juniperus phoenicea subsp. turbinata es un arbusto o arbolillo con hojas diminutas en forma de escamas imbricadas las unas sobre las otras (parecidas al ciprés) y dispuestas en cuatro pequeñas filas. Ápice de ramillas muy prolongado, excediendo ampliamente las ramillas laterales inmediatas. Los frutos son gálbulos con una corteza algo carnosa de color rojizos, ovoideos, 12-14 mm.Vive sobre sustratos arenosos donde puede formar sabinares compactos con ejemplares de gran tamaño, a menudo compartiendo este habitat junto a los pinos (Pinus pinea). Se distribuye por toda la orla mediterranea occidental, alcanzando el norte de Marruecos. En Andalucía esta presente en el borde litoral de todas las provincias costeras. En la Bahía de Cádiz es una especie habitual acompañante de los pinos. En Puerto Real es muy abundante, sobre todo en el Pinar de la Algaida y Las Canteras. Tambien está presente en otros pinares y forma parte de la vegetación de las Cañadas. La amenaza más grave que sufre la especie se deriva de la expansión urbanística que sufre todo el litoral y la proliferación de los incendios forestales. Su status es de especie protegida y está incluida en la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía, categoría VU (vulnerable). Para la organización internacional IUCN, nuestra sabina costera tambien merece la misma consideración VU (vulnerable). Juniperus phoenicea subsp. phoenicea se diferencia sólo de J. turbinata en las terminaciones de sus ramillas que son cortas (no excediendo las ramillas laterales inmediatas) y -sobre todo- por sus frutos globosos ligeramente más pequeños 8-10 mm. Las sabinas adultas no tienen confusión con los tres enebros presentados anteriormente por el caracter imbricado de sus hojitas, pero no es así cuando son plántulas de menos de dos años, presentando las primeras hojas aciculares como el resto de los enebros, lo que nos puede llevar a equivocos en su identificación. Mi amigo Cristobal Orellana, conocido en Zahara como "El Orejito" y del que tengo el honor de haber aprendido casi todo lo que sé de las plantas serranas, lo explicaba muy bien: "La sabina cuando chica, nace nebro, pero después se vuelve sabina". Tambien la sabina serrana está incluida en la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía, pero con menor grado de amenaza (NT=casi amenazada). Aunque sufre los impactos del ganado, los incendios y una baja regeneración natural, el hecho de situarse sus poblaciones en Espacios Protegidos, supone una mayor garantía y un menor riesgo para su supervivencia. En el caso de ambas especies comparten casi los mismos pricipios activos: aceites esenciales en 1.5% que contienen d-sabinol (16%) y, en forma de acetatos (40%) un alcohool triterpénico. Por espectrogramas se han identificado otros compuestos en cantidades menores (mirceno, cimeno, limoneno, , carvacrol, ..) y componentes de ceras de otras coníferas (ácido sabínico, junipérico y tápsico). La naturaleza de sus componente la convierten en una especie tóxica para el ser humano. Antiguamente se la utilizaba como abortiva, pero los riesgos de mortandad a partir de determinadas dosis la adesaconsejan claramente para la medicina casera. De hecho la sabina esta incluida en la Orden Ministerial 190, de 28 de enero de 2004, por la que se establece la lista de plantas cuya venta está prohibida o restringida por razón de su toxicidad.

Foto superior: Juniperus phoenicea subsp. turbinata. 20/12/2005. Las Canteras, Puerto Real (Cádiz). Cámara Olympus E-500, objetivo Zuiko 45-150 mm. f:8, 1/160 seg. ISO:200. Picasa: máscara de enfoque. Foto inferior: Juniperus phonicea subsp. phoenicea. 5/02/2005. Jardín Botánico El Castillejo (El Bosque). Cámara Nikon Kolpix f:2.8, 1/121 seg. ISO: 100. Foto cedida por Juanjo Ruibal.

jueves, agosto 17, 2006

Juniperus navicularis Gan



Fam: Cupresaceas
sin. Juniperus oxycedrus subsp. transtagana

Si de
J. macrocarpa decíamos que era una joya botánica, para este enebro no tenemos nombre, pues sólo se ha determinado la exactitud de su presencia en España hace unos pocos meses. Y digo con exactitud porque las citas de Juniperus naviculares que se recogen en la bibliografía especializada (Flora Ibérica y la Flora Vascular de Andalucía Occidental) debemos tomarlas como erróneas por no estar ni bien determinada la especie ni su distribución biogeográfica, pues las citas de Cádiz y Almería entre 500 y 1000 m sobre el nivel del mar no se corresponden con su hábitat natural. Las únicas poblaciones ibéricas conocidas hasta ahora -y bien estudiadas- se encuentran en el Algarve portugués, por tanto, la primera cita contrastada de Juniperus navicularis en España debemos agradecerla al equipo de Sánchez Gacía, I y sus colaboradores Vasallo, F. y Rodríguez, J. que presentaron este hallazgo en las pasadas Jornadas de Historia Natural celebradas en junio de 2006 en Jimena (Cádiz). A mi compañero Juanjo Ruibal y a mí mismo nos cabe el honor de haber colaborado con este proyecto ayudando a localizar las escasas poblaciones que existen actualmente en Puerto Real (Cádiz), por el momento las únicas conocidas en todo el territorio nacional. Así pues, estamos ante un taxón bastante poco estudiado y que ha pasado desapercibido para la ciencia durante más de 200 años de desarrollo de la botánica en nuestro país. El hecho de tratarse de un arbusto de hasta casi dos metros (frecuente mucho menores) hace inexplicable y al mismo tiempo apasionante esta ciencia en la que podemos concluir -con este ejemplo- que es precisamente su dinamismo y constante reformulación, lo que la hace sumamente interesante para las personas que miramos el mundo con curiosidad. Este enebro, que comparte el habitat litoral de pinares costeros gaditanos con el enebro de la miera, se distingue fácilmente por su menor porte (raramente sobrepasa 1.5 m de altura), sus acículas más cortas 4-12 mm (generalmente 5-7 mm), patentes; manteniendo las dos franjas estomáticas blancas como aquel en sus hojitas. El fruto (gálbulo) también es menor (entre 7-10 mm, frecuentemente -8 mm) de forma globosa y de color rojizo o amarillento sin aspecto pruinoso. Habita los claros de pinares (Pinus pinea) y bordes de los mismos, desapreciendo cuando el monte se cierra o aumenta la umbría del pinar. Por el momento sólo hay determinadas cinco pequeñas poblaciones de escasos individuos (10-20 pies y ejemplares aislados), todos ellos con escasísima fructificación, por lo que es de suponer que la mayoría de ellos se hayan propagado por vía vegetativa. El status de la especie es de extrema vulnerabilidad, dado el escaso número de individuos que garantice la supervivencia unido al hecho de no encontrarse en ningún espacio natural protegido. Abogamos- por tanto- por su inclusión urgente en los listados de flora amenazada y se tomen las medidas para garantizar su supervivencia futura.

Las fotos:18-05-2006. Pinares de Puerto Real (Cádiz). Cámara Olympus E-500, objetivo Zuiko macro 35 mm, f: 8, 1/800 seg. ISO: 800. Procesado Picasa=recorte +máscara de enfoque.

Juniperus oxycedrus subsp. macrocarpa





n.vulgar:Enebro marítimo
Fam. Cupresáceas.
Sin: Juniperus macrocarpa

Una de las joyas botánicas del litoral de Cádiz y Huelva. El enebro marítimo se distingue claramente de J. oxycedrus subsp. oxycedrus por sus hojas aciculares de mayor tamaño 20-25 x 2-2.5 mm con ápice punzante. Y sobre todo por su fruto mucho más grande 12-15 mm de ahí su nombre (macrocarpa=fruto grande); también por su corteza pardo grisácea de naturaleza fibrosa. Los estróbilos se situan como en aquel en pies machos y hembras (especie dióica) siempre en los extremos de las ramillas para facilitar la polinización anemófila (viento). El fruto contiene 2-3 semillas, aunque puede contener excepcionalmente hasta 7. Las semillas tienen un porcentaje de germinación muy bajo si no son digeridas por las aves. De hecho para su germinación in vitro se requiere su inmersión en una solución ácida que disuelva parcialmente su cubierta externa (lo mismo que ocurre en los estómagos de las aves). Su hábitat está ligado a los arenales y acantilados costeros, aunque puede formar parte del sotobosque de pinares (Pinus pinea) próximos al mar, como ocurre en el P.N. del Pinar de Barbate (Cádiz) donde se encuentran los ejemplares de mayor porte (hasta 5 m). Se distribuye por la región mediterránea. En Andalucía ocupa la provincia Gaditano-Onubo-Algarbiense, sectores Gaditano y Onubense. Algunas de sus poblaciones han sido fuertemente diezmadas debido a la urbanización del litoral como la existentente en Roche (Chiclana). La población de Sanlúcar había quedado reducida a un sólo ejemplar que terminó desapereciendo en un incendio forestal y la de Rota sólo contiene tres. Actualmente esta especie está sujeta a planes de recuperación por la Comunidad Andaluza. En Puerto Real no se encuentra de forma natural, aunque hay varios ejemplares en el Parque de las Canteras introducidos mediante repoblación. En Huelva la situación es mejor, con la presencia de poblaciones saneadas en Doñana y en Paraje Natural de los Enebrales de Punta Umbría. La madera del enebro marítimo se ha usado, por su naturaleza resistente, flexible y practicamente incorruptible, para diversas aplicaciones como dinteles de puertas y ventanas, postes de minería, pequeñas vigas para techumbre, etc.. Igual que el enebro de la miera, su madera y raíces, se han destilado para la obtención de aceites esenciales y preparaciones veterinarias contra la roña del ganado. Su status legal es de especie protegida y viene incluida en diversos catálogos como especie "en peligro de extinción" (Catálogo de Flora Amenazada de Andalucía, Lista Roja Nacional de Flora Amenazada) y la UICN la caracteriza como EN (en peligro).

La foto: 16-03-2004. Pinar de las Canteras, Puerto Real (Cádiz). Cámara Olympus C-5000Z, focal: supermacro 8 mm, f: 2.8, 1/320 seg, ISO: 160, compensación -0.6 EV. Procesado Picasa=recorte parcial+máscara de enfoque.

miércoles, agosto 16, 2006

Juniperus oxycedrus subsp. oxycedrus





















fam. Cupresaceas
n. vulgar: cada, enebro de la miera, oxicedro

Iniciamos la introducción al género Juniperus con el taxón más común de los que habitan en Cádiz, el enebro de la miera, llamado así porque de sus raíces -por destilación- se obtiene un aceite medicinal que ha servido históricamente para el tratamiento de las enfermedades del ganado, especialmente las ovejas, a las que se les aplicaba "la miera" para evitar infecciones en la piel tras su esquilado. Su área natural en Cádiz son las montañas de la Sierra de Grazalema, donde vegeta con facilidad junto a encinas, pinsapos y quejigos, formando parte del sotobosque mediterráneo de estas formaciones forestales. En Zahara de la Sierra existe el llamado Puerto del Horno de la Miera, donde aún hoy quedan restos de los alambiques que sirvieron durante décadas para la obtención de esta esencia medicinal. Mucho más raro es encontrarlo a nivel del mar, aunque no imposible, pues es un arbusto localmente frecuente en determinados tramos de cañadas de Puerto Real -junto a la Barriada de la Chacona- y la carretera de Medina. Y sobre todo es muy abundante en el pinar de los Ojuelos (cerca del Barrio Jarana) aunque casi todos sus pies están fuertemente ramoneados por la acción del ganado. En su día debió tener una distribución más amplia en el litoral, pues en las Canteras de Puerto Real (pequeña area forestal ya totalmente urbana) aún quedan pies aislados de esta especie. Es un matorral que se extiende por toda el área mediterránea, ocupando la Península Ibérica, excepto el NW donde falta. Normalmente se trata de un arbusto de hasta 3 m de alto, aunque puede adoptar porte arbóreo con alturas de hasta 6-8 m en condiciones muy favorables. Su copa es tupida, de forma cónica, y terminada en punta. Corteza pardo-rojiza y ramillas finas, con remate apical descendente. Hojas verticiladas de tres en tres, aciculares, cortas y rígidas. Cada hojita posee dos líneas de estomas blancos paralelos separadas de otra linea verde más estrecha. El enebro es especie unisexual dioica con pies machos y hembras. Los frutos son muy característicos, globosos u ovoideos, pequeños, de naturaleza carnosa y abayados, llamados arcéstidas, verdosos al principio y ya maduros (2º año) de color pardo-rojizos. Su madera es aromática (parecida al olor de la madera de cedro, de ahí su nombre genérico), rojiza, de grano fino, resistente a la humedad y fácil de trabajar, aunque de poco interés para ebanistería por su escaso diametro. El aceite de miera contiene hasta un 25% de fenoles, entre los que destaca el guayacol (12 %). El aceite esencial contiene además carburos como el cadineno (un sesquiterpeno con efectos bactericidas). Por todo ello la industria farmacológica lo utiliza actualmente como base de preparación de anticépticos y parasiticidas. En cosmética se utiliza para el tratamiento de la caspa y los cabellos grasos. El status de la especie parece asegurado en la Sierra de Grazalema, pues se encuentra en un espacio natural protegido en estas zonas montañosas de Cádiz, sin embargo, las poblaciones del litoral están amenazadas y su futuro dependerá de la gestión correcta que se haga de la especie para evitar su desaparición. Sanchez García, I-2002, la caracteriza como "especie vulnerable" para el entorno de la Bahía de Cádiz.

La foto: 27-02-2006, Cañada Real del Camino Ancho, Puerto Real (Cádiz). Cámara habitual, objetivo Zuiko 14-45 mm, f: 8, 1/125 seg. ISO: 200, Procesado Picasa=máscara de enfoque y recorte parcial.

martes, agosto 15, 2006

Iphiclides podalirius




fam: Papilionidos
n.vulgar: podalirio o chupaleche.

Esta hermosa mariposa la encontramos campeando entre las flores del borde de la marisma, junto a la Dehesa de las Yeguas (Puerto Real). Como siempre íbamos Juanjo y yo mirando la flora de estos pinares y apareció ella con su majestuoso vuelo parándose a libar entre los limonios de la marisma. Al principio parecía que le gustaba el juego de acompañarnos, pero cuando puse el zoom largo para fotografiarla se acabó la complicidad. Más de media hora me costó sacarle algunas fotos, casi ninguna decente. Me quedo con ésta -que no es gran cosa- pero permite apreciar claramente su anatomía y especialmente sus ocelos (falsos ojos) que tiene tanto en el haz como en el envés de cada una de sus alas. Estos ocelos son esenciales para su supervivencia, lo mismo que los dos remates apicales de sus alas, con ellos consigue centrar sobre estos puntos no vitales de su anatomía los ataques de los pájaros e incluso desprenderse voluntariamente de ellos sin perjuicio de su capacidad para seguir volando. Es una especie de tamaño más bien grande, diurna, que se desarrolla de abril a julio y que se la ve volando hasta septiembre. En la Peninsula Ibérica prefiere las laderas de colinas y espacios abiertos rodeados de árboles. Nosotros la vimos en una franja de contacto entre los pinares y la marisma, siendo no muy frecuente su presencia en esta zona. Se distingue muy bien por sus largos remates de las alas, su colorido rayado y su vuelo pausado. En Sierra Nevada se puede contemplar un raro endemismo emparentados con esta podalirio (Iphiclides podalirius subsp. fleisthameli). Sus orugas se distinguen por poseer un órgano bifurcado detrás de la cabeza que proyecta como arma de defensa liberando al mismo tiempo un olor característico.

La foto: 8 de julio de 2006, Dehesa de las Yeguas, Puerto Real (Cádiz). Cámara Olympus E-500, objetivo Zuiko 45-150 mm. f:7.1, 1/1000 seg. ISO:800. Procesado: PICASA=recorte parcial+máscara de enfoque+máscara de desenfoque exterior.

sábado, julio 29, 2006

Jennifer&Laura

Mirar con la intensidad de estos ojos. Asomarse al mundo sin miedo. Hacer de cada instante un juego. Sentir la presencia de la amiga que viaja en el mismo vagón, por cualquier parte,... su cómplice, su compañera. Dualidades que se conjungan para transgredir, acercándolas a lo prohibido, mezclando a un tiempo timidéz y atrevimiento mientras una brisa de aire enreda sus cabellos.

Mientras el tren seguía su curso me decía a mí mismo ¡Dios mío, son sólo niñas! No les digas nada. Vive la alegría de esas miradas. Sientete en este instante como ellas y participa de su felicidad. En ese instante, en ese hermoso instante, por primera vez en mucho tiempo, oí como un tañido de campanas lejanas. Y pensé, ¡puedo sentirlo! acabo de oir el pajareo de mi alma colmenera acelerando el paso, y las campanas, las campanas son la prueba...

Y las campanas del viejo tren volvieron a sonar. El maquinista -por los altavoces- pidió a las dos niñas que no asomaran las cabezas fuera de los vagones. Y me quedé muy serio, viendo como todos me miraban. Al fin, un poco aturdido, comprendí por qué. No tuve más remedio que decir, con infinita tristeza, ..."Laura, Jennifer, ya lo habéis oido...no volvais a asomaros fuera del tren".

La foto: 14/VI/2006. Viajando en el tren del Safari Park "Castillo de las Guardas" con los alumnos de mi clase. Cámara Olympus E-500, objetivo Zuiko 45-150 mm. f:5.6, 1/1000 seg. ISO:800, medición matricial, balance "nublado", compensación 0EV. Procesado PICASA: recorte parcial + máscara de desenfoque exterior+ máscara degradado ByN exterior.

viernes, julio 28, 2006

Seguir volando



Por una vez podríamos ser como pájaros y seguir su estela en el espacio abierto de la bahía gaditana. Claro que no lo somos y lo que a nosotros nos parecería una hermosa colcha de panwok, hecha con telas de diversos colores que se muestra a nuestros pies, no es otra cosa -ellos lo saben muy bien- que una enorme salina. Más o menos la casa donde viven o pescan los flamencos, las espátulas, cigüeñuelas, garzas, avocetas y demás fauna emplumada que hermosea estos espacios litorales que el hombre ha ido transformando desde épocas prerromanas. Esta salina, llamada de la Tapa, nada tiene que ver con las salinas tradicionales, ni con su estructura, ni destila ese conocimiento milenario del manejo del agua de mar que atesoran aún los viejos salineros. La mecanización y los cambios no comenzaron precisamente ayer. Pero en esencia, sigue siendo lo mismo: un proceso de separación de la sal marina del agua de mar y del resto de sus componentes. En esa transformación intervienen siempre los tres elementos básicos: las mareas, el sol y el viento. No creo que hoy podamos encontrar ninguna fábrica que en pleno siglo XXI siga usando estos elementos como fuerzas esenciales de la producción. Además, las salinas de la bahía de Cádiz son ese paisaje que todo lo uniforma y todo lo identifica. Casí 10.000 hectareas de naturaleza en el centro mismo de un área metrópolitana con más de medio millón de almas. Casi todas moviéndose diariamente por su contorno, incluso sobre ellas. Creo que todos los gaditanos, y los que tambien lo somos por propia vocación, llevamos la impronta de la sal y su paisaje en el fondo de nuestras retinas. Y ahora, además, yo me quedo con esta imagen dentro, con la plasticidad de esa conjunción de ocres, verdes, pardos y amarillos ...junto al blanco puro de la sal, como la paleta de un pintor, o el verbo de un poeta, pidiendo que todo siga igual que ahora, o igual que antes. No voy a permitir que el ladrillo siga invadiendo y ahogando este hermoso paisaje. No voy a consentir ni un relleno más de ninguna salina. Nadie debería permitirlo.

Las fotos: 21/I/2006. Vuelo sobre la bahía de Cádiz, 1000 pies, ángulo 45º. Salina de la Tapa (el Puerto de Sta. María). Cámara Olympus E-500. Obj. 14-45 mm, f: 9, 1/500. Recorte con Picasa. Ver reportaje fotográfico completo y crónica del vuelo pinchando en "Mi space" de la lista de enlaces.

A vista de pájaro



Hoy quiero alejarme de las cosas que amo para entenderlas mejor. Dejar la tierra firme para poder comprender la regularidad, el orden y la perfección con que funciona la vida. Cambiar de dimensión y de escala para tener otra percepción de esta tierra y este paisaje que bien conozco, pero que ni en sueños podía imaginar que fuese realmente tan hermoso. Esta es la marisma del Caño del Trocadero y lo que veo desde aqui arriba es dinamismo y regularidad. Siento el continuo hacer de las mareas modelando los sedimentos marinos, organizándose y rehaciéndose al compás de los giros de la Tierra. Siento fluir el agua mansamente, lamiendo los caños, modelando el relieve de este paisaje extraño, construyendo una complejidad de infinitas formas y colores. Y aquí estoy a 1000 pies de altura disparando mi Olympus, con el corazón acelerado por la emoción del momento para dejar testimonio de esta verdad.

La foto: 22/I/2006, Caño del Trocadero, Puerto Real (Cádiz), Cámara Olympus E-500, objetivo Zuiko 14-45, prioridad S, f: 9; 1/500 seg. Procesado: PICASA, sólo recorte parcial.

miércoles, julio 26, 2006

La manera de mirar

Siempre pensé que los amamos la fotografía teníamos una forma especial de interrogar la realidad, al mismo tiempo sutil y obsesiva como si permanentemente persiguiéramos el alma oculta de las cosas. Pero hoy, precisamente hoy, he podido entender por qué......

"La mirada es una vida en suspenso, una continua interrogación invisible que se complace en la superficie de las cosas y quiere ir un poco más allá, más hondo, al otro lado, donde la luz y la oscuridad se entrelazan en la frontera de penumbra, donde el saber se mide por fracciones de segundo y fulgores de adivinación, donde lo que se sabía es desmentido, donde la certidumbre adquiere un matiz de sospecha y lo desconocido se vuelve instantáneamente familiar...
La mirada es una vocación y una posible consecuencia de la vida al margen... La ciudad, el mundo, la casa donde vivimos, es una galería de miradas, igual que esas estancias por donde caminamos, un bosque de innumerables apariencias y símbolos, y es una vocación solitaria de conocimiento y viaje lo que lo impulsa a uno a mirar sin descanso, y a vivir atrapado en la mirada de otros, a inventar al que mira sabiendo con desasosiego que tal vez, al mismo tiempo, esta siendo inventado por él.
Las alas del deseo no se despliegan sobre nuestros hombros, sino sobre nuestras pupilas,... Miro para saber, pero la mirada miente y las apariencias engañan, tal vez con más eficacia que la imaginación y el recuerdo, con más exactitud, pero sigo mirando porque no conozco otro remedio contra la mentira y tambien porque si acepto que he de ser engañado, prefiero que me engañen los ojos, los sentidos que me alian al mundo, el oído que me trae el rumor de la ciudad y las voces de los extraños, el olfato, que abre intangibles paraisos en el aire...
Uno cuenta lo que que le han contado los sentidos, y hubo un tiempo en que no supo si únicamente miraba y percibía para contar luego y agregar su voz al caudal de voces y su mirada al extraño ajedrez de las miradas que se cruzan, pero ahora va descubriendo que no es lícito limitarse a mirar y que tampoco es posible elegir la condición helada de testigo a menos que se haya elegido previmente la irrealidad y el infierno...
...uno va va sabiendo que hay otra forma de mirar misterios evidentes y ocultos en el juego de las apariencias. Basta de espejos y de sombras... Procurará mirar desde ahora las cosas con los ojos tan apasionadamente abiertos como un pintor de la verdad , como Edward Hopper o Velázquez, con la serenidad de Vermeer, con el espanto y la rabia, si es preciso, de Francis Bacon, con la inocencia de un recien llegado, con la temeridad de un espia que se juega la vida en la indagación y que intentará vivir para contarlo."

"LAS APARIENCIAS". Antonio Muñoz Molina-1990.

La foto: De un rosal silvestre. Villaluega del Rosario (Cádiz) 11/V/2006. Cámara Olympus E-500. Objetivo: Zuiko macro 35 mm, f: 5.6, 1/640 seg. ISO: 800. Procesado: PICASA, máscara de enfoque+ máscara de desenfoque exterior.

lunes, mayo 15, 2006

Orchis papilonacea subsp. grandiflora

No hay nada más emocionante que encontrar a la princesa perdida y nada más triste que perderla al poco de encontrarla. Esta hermosísima orquídea ha sido objeto de búsqueda de muchos botánicos en la provincia de Cádiz, muy pocos la han visto. Juanjo y yo tuvimos la dicha de hallarla solitaria, en medio de un llano de la Sierra de Cádiz. Allá a lo lejos se percibía una mancha rojiza y dirigimos -como siempre- nuestro pasos a ella sin esperar nada especial. Jamás la habíamos visto más que en libros y allí estaba. Creo que nos ocurrió lo mismo a los dos. De pronto se nos aceleró algo muy fuerte por dentro y nos abrazamos y nos pusimos a saltar y a gritar de alegría. Habíamos hecho dos o tres expediciones a la Sierra sólo para encontrarla. Pero nunca apareció y ahora se nos mostraba allí mismo, lejos de los lugares donde se había descrito, sobre suelos calizos en un prado húmedo junto a un arroyo. Nunca le he hecho más fotos a una misma planta, con todos los objetivos, desde todos los ángulos. Nuestra ruta ese día sólo era marcar un itinerario para una excursión con los alumnos de mi clase que realizaríamos una semana después. Y no pudo ser más provechosa, pues entre las dos salidas encontramos -además de la papilonacea- tres Serapias de las cuatro que hay en Cádiz, la Anacamptis pyramidalis, la variadad filcohana de la Ophrys tenthredinifera, La Ophrys scolopax, la Ophrys lutea, la Orchis laxiflora, la Orchis langei y la Orchis champagneuxii. Todo ello sin contar numerosos taxones incluidos en la Lista Roja de la Flora Andaluza. Toda esta alegría se trocó tristeza, rabia y dolor una semana después. Cuando llegábamos con la expedición de niños a la misma zona, divisamos a lo lejos un rebaño de medio millar de ovejas justo encima de donde debería estar nuestro tesoro. Estábamos a más de mil metros de distancia, pero los augurios de esta terrible pérdida se iban confirmando. Saqué el gps de la mochila y marqué el way point 150 con el que había fijado su localización exacta días atrás. El aparato nos ibá indicando los metros que faltaban 400, 300, 200, 100 y la dirección del rumbo que debíamos seguir...nada. No estaba. El gps no falla, lo situamos justo encima de donde debía estar la Orchis papilonacea pero se habían comido hasta las hojas. Ni rastro de ella. Así es la vida de las plantas, para nosotros -que las amamos- son un tesoro sin precio, para los herbívoros son sólo una hierba más, de otro color, pero una simple hierba. Y no voy a arremeter contra las pobres ovejas, ya las jodemos bastante. Pero qué las ha enrarecido sino nosotros mismos, que las hemos cortado durante siglos para adornar los jarrones de nuestras casas. No es algo del pasado. Al día siguiente mi compañero Juanjo me comentaba que había entrado en un bar del pueblo y había visto una jarra llena de Orchis langei, con más de treinta plantas dentro. Una vez más nosotros mismos somos la "canalla inculta" que arrasa con todo.

Las fotos: Villaluenga del Rosario (Cádiz) 7-mayo-2006. Cámara habitual. Objetivo Zuiko macro 35 mm, enfoque S-AF, medición matricial, compensación 0 EV, ISO 125, 1/50 seg. f: 10, parámetros modificados en la toma: nitidez +1, saturación +1, contraste +1. Procesado: Picasa, máscara de enfoque. foto III: collage Picasa + máscara de desenfoque selectiva.

sábado, mayo 06, 2006

Un día en la Sauceda
El sábado pasado charlando por el messenger con mi compañero Juanjo planeábamos -como otros veces- una salida para ver rincones exóticos de la provincia y poder encontrar esos tesoros botánicos que de vez en cuando os traigo a esta ventana. Hacía buen tiempo y mi única condición era ir en moto, el destino me daba igual. Así que a las 8.30 de la mañana del domingo siguiente lo estaba recogiendo en la gasolinera del Puerto de Santa María. Enfilamos la Suzuki rumbo a Alcalá de los Gazules donde paramos a deyunar y luego, casi 20 kilómetros mágicos de curvas, hasta Puerto Galis. El paisaje soberbio. No hay nada igual a viajar en moto por la montaña dejándote los sentidos en cada rincón. La primavera es muy especial en el Parque de los Alcornocales. De trecho en trecho te va atrapando la magia de este lugar, sin ver un alma, pero regalándote un paisaje en estado puro. No te sientes expectador de nada sino parte de esta maravilla que se va destapando tras cada curva de esta increible ruta. Cuando nos faltaba sólo unos minutos para llegar a nuestro destino tuve que parar la moto. Juanjo se extrañó y yo le dije "hay un Lupinus en la cuneta". Y efectivamente allí estaba un magnifico Lupinus micranthus con sus gotitas de rocio y su espiga de flores azuladas. Pero no estaba sólo, toda la cuneta estaba repleta de Serapias, ¡un serapial! Esas orquídeas tan poco vistosas y -por primera vez- en mi vida pude contemplar la Serapias lingua, con su largo epiquilo, junto a otras Serapias como las que hay en la Bahía (parvifloras) e incluso algunas con características intermedias entre una y otra, estado al que han llegado por hibridación. Allí nos encontramos en el borde de la carretera, tirados boca abajo, haciendo fotitos cuando pasó una larga fila de motos que creían que nos habíamos caído. ¡Lo que puede dar de sí un palmo de cuneta!. Unos metros más alla de las Serapias había una docena de Ophrys apifera, dos ejemplares de otra rara orquídea que despues determinamos como Epipactis tremolsii, aunque no tenía abiertas sus flores y una Linaria hirta con su espolón blanco y los delicados nervios purpúreos que recorrían toda la flor. No me lo podía creer, sólo unos metros de cuneta y aquello parecía un jardín botánico. Allí estuvimos más de una hora en la antesala de la Sauceda sin atrevernos a dejar la cuneta, porque cada vez había más cosas. Creo recordar que le dije a Juanjo que si algunas vez alguien nos regalaba un viaje al Amazonas, seguramente nos quedaríamos en las puertas. Proseguimos la marcha pero antes paramos de nuevo en un escarpe de la carretera, una especie de pequeña cantera de esas que los de Obras Públicas van dejando atrás cada cierto trecho según avanza la obra. Esta vez las plantas estaban colgadas en el talud de la carretera y allí en unos metros de nuevo apareció de todo, pero sólo me detendré en mostrar la foto del lirio más espectacular de cuantos he visto. Se trata de Iris filifolia, una iridiacea de gran tamaño y flores púpuras que nos dejó con la boca abierta. Además todo estaba lleno de Allium roseum. En la ruta que emprenderíamos después encontraríamos otros dos allium más, pero éste de la carretera era soberbio. El caso es que lo veo constantemente por muchos sitios pero nunca me puedo resistir a sacarle una foto y aquí os quiero dejar tambien uno para ver si compartis conmigo esa opinión. Aparcamos la moto en la casa del guarda. Ponía un letrero que decía "no aparcar cohes en el carril", pero lo nuestro no era técnicamente un coche, así que la dejamos allí con los cascos amarraditos, pues todos los alrededores estaban atestados de coches de domingueros. Y la desagradable sorpresa se confirmó. Domingueros en el área de acampada de la Sauceda, con sus neveras, sus radios, sus TVs portátiles, en fin, lo de siempre. Lo bueno es que se quedan en la puerta y no se internan por el monte. Eso saldríamos ganando. Por el camino comienzan a verse muchas, muchísimas...Orchis langei, toda la vereda de subida al poblado lleno de estas bellas orquídeas rosas. Fotografiando una de ellas una pareja se acercó a nosotros y entáblamos una conversación sobre lo increible de la Sauceda. Les íbamos mostrando las plantas que encontramos y, la verdad su curiosidad no tenía límites. Entonces les conté la historia de la Sauceda, su origen como poblado de gentes de la Sierra que vivían de los recursos del Monte y cómo la Aviación del General Franco, ya terminada la Guerra Civil, destruyó literalmente el poblado con sus bombas bajo el pretexto de acabar con los guerrilleros maquis que supuestamente se ocultaban en la zona. Aún se conserva parte de la estructura de la Ermita y todas sus cabañas se han reahabilitado. Ahora es una zona de albergues rurales. Llevé a estos amigos a ver un piruétano (Pyrus bourgueana) que se había convertido en un árbol espléndido, con más de ocho metros de altura y un porte imponente. Por esta zona vimos varias plantas interesantes como un allium de flores amarillas (Allium scorzonerifolium), una escrofularia bastante rarita que crece justo a orilllas del río (Scrophularia auriculata) y un lamium (Lamium flexuosum) de delicadas flores blancas y hojas parecidas a la ortiga. Para el bosque, no se me antoja otro adjetivo que mágico. La frondosidad de la arboleda y el sotobosque de las laderas ocupado por los helechos es la imagen más sugerente de esta sierra que todos queremos llevarnos en el corazón. Los alcornoques (Quercus suber) se distribuyen por las pendientes de esta parte de la Sierra y -mezclados con éstos pero siempre más cercanos a los pequeños cursos de agua- los dos quejigos, que comparten con el alcornoque el vuelo del monte. De los quejigos destacar el más emblemático (Quercus canariensis) que se enseñorea con su imponente copa, desmochada por los carboneros, de los ribazos. Es curioso, pero esta frondosa, a pesar de su nombre, no es originaria de Canarias, ni siquiera vive allí. Todo se debió a un error de los primeros botánicos discípulos de Sir Edmundo Boisiere, que traspapelaron un pliego de esta planta y le colocaron por equivocación la etiqueta de otra quercinia canaria. Así pues, lo que seguramente debió llamarse "Quercus baeticum" por poner un ejemplo, se llamó para la posteridad Quercus canariensis y así debe ser porque es bueno testimoniar que la ciencia no es infalible, ni la botánica tampoco. Dejamos el poblado y nos adentramos ladera arriba para explorar uno de los famosos "Canutos de la Sierra" más técnicamente llamados Laurisilva, aunque yo me quedo con la expresión "Bosques de Niebla" que a mi juicio mejor encaja con el alma de este paisaje insólito. ¡Qué bonito que un bosque fuera de sólo de niebla! pero no, no se refiere a esto la expresión, sino al origen del bosque que mantiene la humedad gracias precisamente a la niebla húmeda que aporta a estas montañas el viento de Levante. Ello le confiere un estado permanente de humedad similar al de algunos bosques tropicales, donde se desarrollan especies afines como el laurel (Laurus nobilis) y el hojaranzo (Rhododendron ponticum subsp baeticum) que es el protagonista indicutible del Bosque de Niebla, junto a otros taxones endémicos del subsector Aljíbico como el "avellanillo"(Franjula alnus subsp. baetica) o los helechos Culcita macrocarpa y Osmunda regalis entre otros. Terminamos nuestra incursión en este bosque húmedo y nos merendamos el resto de las viandas junto a una de sus charcas. Incluso nos refrescamos los pies y cogemos fuerzas para vuelta. Pero antes, jo...algo raro está pasando en el fondo de la charca, le pido a Juanjo que ponga el marcha la función video que lleva incorporada su pequeña Nikon Colpix, ...es la leche. Somos expectadores de excepción de un cortejo nupcial de los sapos (y hay que decirlo en plural con toda razón) porque tres machos están copulando con una hembra. Es increible el amasijo de cabezas, cuerpos y patas girando todos unidos en una bola, en una danza lenta y subacuática...pero, lo siento...., os dejo la crónica incompleta. Esto se merece un blog para ellos solitos. Tengo dos videos de 40 segundos cada uno. A ver cómo consigo subirlos al blog (espero que alguien me ayude) y la música, a ver que preferís ...himno nupcial o la balada de Joe Cocker en Siete Semanas y Media. Espero sugerencias. Fito Mendi.


Fotos: La Sauceda, Jimena de la Frontera (Málaga). 30-abril-2006. Cámara Olympus E-500. Objetivos varios. Diferentes situaciones fotográficas. Procesado Picasa: todas las fotos con máscara de enfoque y la del hojaranzo con desenfoque exterior.