jueves, febrero 02, 2012

Oxalis pes-caprae

Hermosos candilitos asolan ya la flora marismeña de la Bahía de Cádiz. Ese tópico del enemigo que necesariamente tiene que ser feo hay que descartarlo. La vida en la Tierra ha mutado muchas veces y sólo permanencen las copias más eficientes. Yo me quedo con la visión mucho más cruel del enemigo que te mata sonriendo. Dejarles seguir su curso o intervenir. Ese es el dilema. Los no intervencionistas dirán: dejemos a la Madre Naturaleza que resuelva sola sus problemas. Sin embargo ha sido el mismo hombre el que le ha abierto las puertas a estos invasores. ¿Debemos o no corregir nuestro propios errores? Sigma 12-24 mm + Eos 5D mkII

3 comentarios:

Antonio Moreno dijo...

¿Nosotros? ¿Por qué?

Antonio Moreno dijo...

La foto es preciosa.

fito mendi dijo...

El comentario se refiere a la especie humana, nosotros somos esa especie que planifica los movimientos de las especies de unos ecosistemas a otros o simplemente los deja escapar por negligencia. Introducir especies alóctonas en ecosistemas frágiles como el de la Bahía de Cádiz llega perjudicar gravemente el quilibrio de los ecosistemas. Gracias por el comentario y me alegro de que te guste la foto.